Él, un hombre alto de apenas cuarenta años, se echa la mano al bolsillo y extrae el mando a distancia. Con un leve gesto de pulgar cierra el coche y activa la alarma. Mientras se aleja del vehículo, el parpadeo de los intermitentes perdura en el horizonte de una nublada mañana sevillana. El individuo entra en la estación de San Bernardo y el automóvil permanece aparcado, en doble fila, en la calle Doctor Ordóñez de la Barrera (ubicada junto al intercambiador). No había otro sitio para dejarlo. Al menos, sin pagar por ello.
Así lo confirman los vecinos y conductores de la zona. La barriada de Huerta de la Salud se convierte, cada día, en un verdadero laberinto para quienes buscan aparcamiento. Los residentes que quieren estacionar, durante la jornada laboral, se ven obligados a dar decenas de vueltas por la zona a la caza de una plaza. El saturamiento resulta desbordante en calles, por ejemplo, como Doctor Pedro de Castro, Alfonso de Cossio, Fernando Villalón, Cortés Llado y Ramón Carande (en su parte más próxima a las facultades de Derecho y Educación de la Universidad de Sevilla).
Una situación que, por el contrario, no ocurre al otro lado de la Enramadilla. Esta calle ejerce de virtual frontera de dos mundos completamente distintos. Apenas veinte metros de calzada separan unas vías colapsadas para aparcar (Huerta de la Salud) de otras con decenas de plazas vacías (Viapol). "Esto se produce porque el Ayuntamiento ha plagado las calles de Viapol de zona azul. Entonces, el tráfico se desplaza hasta Huerta de la Salud", narra un vecino, que insiste en la auténtica problemática que se ha generado de forma artificial.
"Si existiera un gran problema de aparcamiento en Viapol, no se podría encontrar hueco para estacionar. Pero cualquiera que pasea por allí observa que ocurre justo al revés. Las calles cuentan con decenas de plazas e, incluso, algunas (como la calle Barrau) se encuentran prácticamente vacías", expone otro residente de la zona; quiena añade que, ante el cobro de estas tarifas, los conductores aparcan en Huerta de la Salud para no pagar.
SevillaTimes acudió a Viapol y comprobó el gran número de aparcamientos libres. Los vecinos achacan este problema al afán recaudatorio del Consistorio. "No quiere renunciar a los ingresos que obtiene de la zona azul", apostilla un conductor. "Porque se supone que el objetivo de esta medida pasa por provocar una continua entrada y salida de automóviles, para que se pueda estacionar facilmente. Pero es que no existe ningún problema de falta de aparcamiento en Viapol. Y, en caso de haberlo, podrían reducir la zona azul para garantizar ese movimiento de vehículos y, a su vez, aliviar las calles de Huerta de la Salud", concluye un residente.
Así lo confirman los vecinos y conductores de la zona. La barriada de Huerta de la Salud se convierte, cada día, en un verdadero laberinto para quienes buscan aparcamiento. Los residentes que quieren estacionar, durante la jornada laboral, se ven obligados a dar decenas de vueltas por la zona a la caza de una plaza. El saturamiento resulta desbordante en calles, por ejemplo, como Doctor Pedro de Castro, Alfonso de Cossio, Fernando Villalón, Cortés Llado y Ramón Carande (en su parte más próxima a las facultades de Derecho y Educación de la Universidad de Sevilla).
Una situación que, por el contrario, no ocurre al otro lado de la Enramadilla. Esta calle ejerce de virtual frontera de dos mundos completamente distintos. Apenas veinte metros de calzada separan unas vías colapsadas para aparcar (Huerta de la Salud) de otras con decenas de plazas vacías (Viapol). "Esto se produce porque el Ayuntamiento ha plagado las calles de Viapol de zona azul. Entonces, el tráfico se desplaza hasta Huerta de la Salud", narra un vecino, que insiste en la auténtica problemática que se ha generado de forma artificial.
"Si existiera un gran problema de aparcamiento en Viapol, no se podría encontrar hueco para estacionar. Pero cualquiera que pasea por allí observa que ocurre justo al revés. Las calles cuentan con decenas de plazas e, incluso, algunas (como la calle Barrau) se encuentran prácticamente vacías", expone otro residente de la zona; quiena añade que, ante el cobro de estas tarifas, los conductores aparcan en Huerta de la Salud para no pagar.
SevillaTimes acudió a Viapol y comprobó el gran número de aparcamientos libres. Los vecinos achacan este problema al afán recaudatorio del Consistorio. "No quiere renunciar a los ingresos que obtiene de la zona azul", apostilla un conductor. "Porque se supone que el objetivo de esta medida pasa por provocar una continua entrada y salida de automóviles, para que se pueda estacionar facilmente. Pero es que no existe ningún problema de falta de aparcamiento en Viapol. Y, en caso de haberlo, podrían reducir la zona azul para garantizar ese movimiento de vehículos y, a su vez, aliviar las calles de Huerta de la Salud", concluye un residente.
Imágenes de la vacía zona azul de las calles de Viapol
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