La Justicia española investiga un supuesto caso de fraude a un sevillano, que denunció en enero de 2010 que en su cuenta bancaria se cargaron sin su consentimiento dos transferencias a favor de sendos desconocidos. El Tribunal Supremo (TS) destacó que los hechos podrían constituir un delito de estafa informática mediante el procedimiento de pishing. Según las investigaciones judiciales, en este caso se habrían utilizado dos intermediario o "mulas", quienes habrían recibido ambas transferencias para después enviar el dinero a terceras personas localizadas en el extranjero.
Las primeras pesquisas partieron del Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla, que explicó que el dinero de la víctima se reportó primero a dos vecinos de Pozuleo y Alpedrete. “Quienes, habiendo aceptado a través de internet una oferta de trabajo, habían consentido recibir en sus cuentas una transferencia y remitir posteriormente el dinero a terceras personas con domicilio en Moscú”, subrayó el magistrado en las diligencias previas.
Por su parte, el Supremo acaba de decidir que el Juzgado de Instrucción número 1 de Leganés continúe el procedimiento, puesto que las transferencias se cargaron a una cuenta bancaria del BBVA en dicho municipio y en otro de la misma entidad financiera en Alpedrete. El TS basó su resolución en la “trascendencia” del lugar de actuación y residencia de los intermediarios. “Al ser donde se reciben las transferencias y se extrae materialmente el dinero del circuito bancario para su envío a destinos en el extranjero”, concluyó la Sala.
Las primeras pesquisas partieron del Juzgado de Instrucción número 1 de Sevilla, que explicó que el dinero de la víctima se reportó primero a dos vecinos de Pozuleo y Alpedrete. “Quienes, habiendo aceptado a través de internet una oferta de trabajo, habían consentido recibir en sus cuentas una transferencia y remitir posteriormente el dinero a terceras personas con domicilio en Moscú”, subrayó el magistrado en las diligencias previas.
Por su parte, el Supremo acaba de decidir que el Juzgado de Instrucción número 1 de Leganés continúe el procedimiento, puesto que las transferencias se cargaron a una cuenta bancaria del BBVA en dicho municipio y en otro de la misma entidad financiera en Alpedrete. El TS basó su resolución en la “trascendencia” del lugar de actuación y residencia de los intermediarios. “Al ser donde se reciben las transferencias y se extrae materialmente el dinero del circuito bancario para su envío a destinos en el extranjero”, concluyó la Sala.
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