Capítulo 2: Javier Aguirre Odriozola
Capítulo 3: Gurutz Aguirresarobe Pagola
Capítulo 4: Iñaki Arakama Mendia
Capítulo 5: Asier Arzalluz Goñi
Casi medio siglo de condenas a cuestas. Asier Arzalluz Goñi, alias Sendoa, pasa las horas en una celda de la localidad de Morón de la Frontera. El etarra -compañero en el comando Oalia del ex jefe militar de la banda terrorista, Garikoitz Aspiazu Rubina, conocido como Txeroki- se encuentra recluído en la cárcel de Sevilla II, donde se presenta como la quinta cara de ETA en la provincia hispalense.
Uno de sus años negros fue 2002, cuando participó en varios atentados. En enero ocurrió uno de ellos. La sala de lo Penal de la Audiencia Nacional consideró probado que Arzalluz Goñi participó en el robo de un vehículo pistola en mano. Tras dar el alto al automóvil, los terroristas ataron al conductor y le pusieron una capucha en la cabeza. Entonces, lo introdujeron en la parte trasera del coche; para, posteriormente, atarle a un árbol y dejarle abandonado.
El comando se dirigió hacia la confluencia de las calles Gran Vía y Alameda De Mazarredo de Bilbao, donde estacionaron el automóvil. Antes, en su interior, habían colocado 30 kilos de dinamita. Por todo ello, el tribunal lo condenó a 32 años de prisión por los delitos de robo de vehículo, estragos terroristas y detención ilegal. Además, la sala también obligó a Sendoa a pagar 1,6 millones de euros por los daños causados a los inmuebles y coches aparcados.
Paralelamente, la Audiencia Nacional también lo condenó a otros diez años de cárcel por la colocación de otra bomba en el edificio de la Bolsa de Bilbao en marzo de 2002. Un artefacto que no llegó a explotar porque las “conexiones no estaban bien hechas”, según reconoció ETA en una nota interna de autocrítica.
Fuente: Fotografía de EFE
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